La siesta






Este es mi padre echando una siestecilla con una de sus amigas del alma. Se llama Fulgencia, es una pava muy jovencita, como bien se puede ver por su tamaño. La foto fue hecha el año pasado. Ahora ya no le puede permitir estas confianzas, pesa demasiado.

Siempre que veo esta foto noto algo que no encaja, hasta que me doy cuenta de que son las gafas de sol de mi padre. Nunca fue de andar con gafas oscuras, y menos en casa, pero aquí hacía poco tiempo que le habían operado de cataratas en un ojo, y la la claridad excesiva le hacía daño.